Nacemos con toda libertad, nos reímos si nos parece gracioso la situación, nos molestamos cuando algo no nos parece y dejamos pasar momentos que no nos importan.
Cuando nuestros padres nos decían “No” era un “Si” sin dudas para nosotras, no medimos las consecuencias, y que felices éramos hacer lo que realmente deseamos en ese momento.
Definitivamente nada nos detenía y que delicioso se sentía vivir de esa manera, sin pensar el qué dirán y menos sentir el miedo que se apodera de nuestro cuerpo cuando queríamos hacer algo. En qué momento de nuestra vida permitimos que el miedo y las dudas controlaran nuestra mente.
Volvamos al momento más feliz de nuestra vida, esa etapa donde fuimos felices sin tabú, prejuicios y señalamientos. Construyamos de nuevo un camino llego de colores, amor y paz, paz internan por hacer lo que nuestro ser nos dicta.
“Disfruta de la vida a tu manera, y jamás te detengas por nada ni por nadie, porque luego te arrepentirás”