Creencias de nuestras abuelas ¿Buenas o malas?

0
194

Definitivamente somos el reflejo de nuestro núcleo familiar, su manera de vivir y ver la vida, se reflejan en muchas ocasiones en el día a día, dejando atrás nuestra verdadera identidad. Tras generación en generación muchas vivencias se han repetido una y otra vez, claro, no exactamente como les sucedió a nuestras bisabuelas, abuelas o madre en aquella época, pero son situaciones parecidas.

Nuestras generación femenina, siempre decían que una mujer es sinónimo de unión familiar, por lo tanto nos convertimos en el pilar de nuestro núcleo. ¡Ok!, comparto que somos un símbolo de unión, pero estoy en desacuerdo con las palabras, ya que están son más profundas de lo que se lee. Si vemos el significado de UNIÓN y PILAR, son damos cuenta que es lo fundamental para mantener una situación.

Pero a cuenta de qué nosotras como mujeres pensantes asumimos lo que por voluntad propia nuestras antepasadas hicieron. Hoy en día el mundo ha evolucionado ferozmente, y lo que para ellas era algo normal en su época, para nosotras no. Por ejemplo, para mantener una familia unida, las mujeres de mí familia dejaban a un lado su vida y vivían una prestada, sus sueños y metas se esfumaron como el viento y se enfocaron en vivir lo que la sociedad le imponía y su esposo.

Un matrimonio es sinónimo de unión y felicidad, es un respeto en conjunto, pero no falta la abuela que nos dice “Uno la mujer tiene que aguantar todo para mantener la familia unida”, ¡Perdón! En total desacuerdo, si un matrimonio que es entre dos no funciona, la mejor felicidad es dejar que el rio siga su cauce, no por mantener una unión a fuerza hay que doblegarse y mantener una imagen que es una máscara.

Nuestros futuros hijos agradecerán vivir en un núcleo lleno de paz y equilibrio emocional y no en uno por obligación, todo por aparentar una felicidad o por pensar que una familia unida es el mejor ejemplo para ellos y para la sociedad.

A nuestras abuelas le faltaron agallas, amor propio o quizás mundo para saber lo que realmente querían en sus vidas, no solo una familia unida es la felicidad en este mundo, la felicidad más grande es sentirse plena, feliz con quien eres hoy en día,  adonde quieres llegar y adonde quieres estar. Ya nuestras bisabuelas, abuelas y madre vivieron y decidieron su camino, ahora nos toca a nosotras decidir si seguimos ese mismo camino o escribimos un nuevo comienzo llego de amor propio y absoluto.

¡Vive tu vida!