Las innovaciones, por muy extrañas que sean, no dejan de sorprender, especialmente con el anuncio en Bélgica de un spa de cerveza que está a punto de abrir en el país europeo, con el objetivo de que sus usuarios se relajen en medio de una experiencia protagonizada en un clima impregnado con lúpulo y cebada.
El Good Beer Spa, en el sur de Bruselas, fue fundado por Benedict Biebuyck, de 42 años, y su novia Ana Bordonada. La idea está inspirada precisamente en la experiencia que tuvieron ambos al probar uno en Praga, en la República Checa, hace alrededor de tres años.
Biebuyck prepara la mezcla para el jacuzzi: lúpulo, levadura y malta, combinados con cerveza y luego la vierte en la bañera de hidromasaje, donde los clientes se sentarán durante 45 minutos.
Antes de la apertura del 4 de junio, invitaron a algunos vecinos que dijeron que disfrutaron de los aromas y el ambiente relajante. “Escuché que realmente rejuvenece la piel así que, quién sabe. ¡Podría hacerme ver 10 años más joven! ¡Y también me gusta el olor, es muy natural, me siento muy en la naturaleza!”, dijo Aleksandra Tarchini, una diseñadora web de 34 años de Bulgaria.
Sin embargo, los dermatólogos pueden no estar de acuerdo sobre los beneficios para la piel. Vera Rogiers, jefa del departamento de dermatocosmética de la Universidad Libre de Bruselas, dijo que le preocuparía sentarse en un baño durante 45 minutos ya que rompe la función de barrera de la piel. “Estas sustancias, estos productos naturales contienen bastantes sustancias activas, pero no se trata solo de sustancias activas, la concentración juega un papel importante”, afirmó.
Agregó que “esa concentración es extremadamente baja, así que si vas y te sientas en la mezcla con una concentración baja, no hace nada por la piel”. Biebuyck y Bordonada ahora esperan ansiosos recibir al público el mes próximo, que podrá reservar un jacuzzi privado para dos personas por 115 euros (casi 2 mil 800 pesos). El precio incluye acceso ilimitado a cerveza servida del grifo.
Fuente: reuters