La vida nos ha enseñado que ser mujer es lo más lindo de lo que parece, no solo estamos en esté mundo para multiplicarnos, sino que vinimos a este mundo para hacer de los jardines un mar de colores en cada florecer.
Ser mujer en sinónimo de alegría, paz, optimismo, amor, protección, lucha, evolución, diversión, constancia, unión y lo más importante feminidad.
Y una vez que nacemos mujer, nos convertimos en la rosa más hermosa del jardín, nuestro florecer esta llego de sabiduría y amor. Solo nosotras llegamos a experimentar el sentimiento más puro y honesto que se podría vivir en este universo, que maravillo es sentir esa sensación.
Nunca bajes la cabeza por ser mujer, al contrario siéntete orgullosa de pertenecer a este género, un género lleno pasión y transparencia, siéntete grande por ser un ser único e irremplazable.
Grítate a ti misma, “Gracias por ser la mujer que siempre soñé ser, soy grande y poderosa, y me orgullece ser quien soy”.
¡Somos grandes!